Marialaura, esto es lo que no te pude decir.
Marialaura, ya es una semana desde que dejamos de hablar y al primer día tengo que decir que no sentí nada, tampoco sentí nada al segundo. Pero diosanto, ¿tienes una idea de cómo me siento ya? Saber que soy lo suficientemente irrelevante en tu vida como para que haya pasado ya una semana y no te molestes en dar una señal de vida me carcome por dentro. ¿Una semana no es mucho? Pues lo siento, percibo esta semana como una eternidad y quizás se deba a que el tiempo se percibe más lento cuando es un momento que no se disfruta. Quiero contestarte una de las últimas cosas que me dijiste. Marilú, yo no soy un ser sensible, la verdad la manera en que tú me estabas hablando era exactamente igual a como lo hacía una persona cualquiera que recién conocía... Lo que me dolió mucho es que tú y yo no somos desconocidos, Kittylú, yo desnudé mi alma contigo de todas las maneras que son posibles, al hablar contigo yo no tenía filtros y eso me hizo naturalmente débil a tu opinión; Ramé R